Después de una tarde/noche de reflexiones intensas sobre la vida, el futuro, el presente, la manera que tenemos de actuar ante ciertas situaciones, personas, cómo queremos o cómo dejamos de querer, cómo tomar decisiones importantes, cómo vivir como uno quiere realmente,… en definitiva, sobre la vida, el camino a seguir y el conocerse a uno mismo, después de todo, hoy he decido que era el momento de publicar en una de mis entradas un escrito que tengo guardado en mi libreta de « vida » de hace meses.
El escrito que tenía guardado, para mi es especial, no porque sea nada del otro mundo, ni sea digno de revista o de mil elogios, simplemente por el lugar, momento y día en que fue escrito.
Fue en una de mis semanas duras en Londres y en uno de esos momentos en que has caído pero consigues levantarte, reflexionar y seguir adelante sin olvidar que caíste pero recordando que fuiste capaz de seguir. Uno de esos momentos en que llegas a los rincones más profundos o a esos que nunca habías llegado y te das cuenta de lo que son las cosas, de lo que quieres, de las personas que quieres y de lo importante que es valorar aquellas pequeñas cosas, como diría Serrat.
Después de todo el “rollo” que os he soltado y antes de poner el escrito, queria dedicarles la entrada de hoy a Paula y Alba, por las largas conversaciones arreglando el mundo en un bar, por los años que hace que nos conocemos, por los años que vendrán y por las pequeñas cosas de la vida, aquellas que estamos aprendiendo a valorar, poco a poco…
SONREIR, que no cuesta dinero!
8 de abril de 2011
« Valorar las pequeñas cosas es una de las claves para conseguir la felicidad. Aunque en realidad puede que no exista la felicidad en sí, sino los días felices. Un día feliz puede ser un día como el de hoy, con sol, una temperatura agradable, música y viernes.
Me gusta haber aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas y ver que son éstas las que hacen que existan los momentos felices.
Las personas aprendemos a lo largo de toda la vida y creo que es importante tener pequeños momentos de reflexión para poder extraer los frutos de nuestros aprendizajes .
Esta es mi pequeña reflexión, pero sin olvidar que una sonrisa puede hacer que el día de alguien sea feliz o pensar en toda aquella gente a la que quieres y te quiere… ésta si que es la verdadera fuente de la fe
licidad! »
Alexia, (Southwark Park, London)
